DE FAUNOS Y DE FASCISTAS. LOS SIETE MAGNÍFICOS
En “El Laberinto del Fauno” no ha tenido sitio Ron Perlman (Hellboy), el actor fetiche de Guillermo Del Toro. Pero su inquietante presencia no será echada de menos si atendemos al desasosiego y la maldad que transmite Sergi López (“Harry, un amigo que os quiere”) en su papel del Capitán Vidal, un fascista empeñado en aplicar la misma mano de hierro al maquis, a sus propias tropas, y a su nueva familia. Esta la componen Ariadna Gil (“Alatriste”) como Carmen, una viuda embarazada que se convierte de inmediato en víctima propiciatoria de Vidal; e Ivana Baquero, la adolescente que protagoniza el film en la piel de Ofelia, y a quien hemos visto previamente en “Romasanta” y “Rottweiller”.
Del Toro sí ha podido recuperar a otro intérprete de anteriores proyectos: Doug Jones, que en “Hellboy” prestaba su físico a Abe Sapiens, híbrido entre hombre y criatura marina, y en “El Laberinto…” pasa a ser el fauno que revuelve la vida de Ofelia. Deformado, eso sí, mediante el maquillaje creado por la compañía DDT Efectos Especiales. Por su parte, Maribel Verdú, que avisa de que el final de la película es impactante, encarna a Mercedes, una sirvienta leal en apariencia a Vidal que al anochecer comparte con Ofelia correrías campo a través. Aunque en el caso de Mercedes estén relacionadas con su hermano Pedro (Roger Casamajor), el rebelde republicano que planta cara a Vidal.
Álex Angulo (“El Día de la Bestia”) completa el reparto principal interpretando a un doctor no sólo detallista con sus pacientes, sino comprometido con la libertad y la dignidad, lo que le impulsará a desafiar la autoridad con trágicos resultados.
DEL TORO. PASADO, PRESENTE Y FUTURO
Guillermo Del Toro nace en 1964 en Jalisco (Méjico). Volcado cultural y creativamente en el género fantástico, se curtió desde muy joven en los terrenos de la producción y los efectos especiales, y es autor de casi todas las historias que ha filmado.
Tras los cortos “Doña Lupe” (1985) y “Geometría” (1987), debuta como realizador de largometrajes con “Cronos” (1993), original cinta de vampirismo protagonizada por Federico Luppi. Su siguiente película supone su primera incursión en el cine USA, de la que guarda un recuerdo agridulce: “Mimic” (1997), en la que Mira Sorvino combate una invasión de insectos evolucionados que anidan en el suburbano. En 2001 rueda en España “El Espinazo del Diablo”, como hemos comentado una película muy ligada a “El Laberinto del Fauno”. A continuación se atreve con la segunda entrega de las aventuras del cazavampiros Blade, que más de uno considera superior a la original [“Blade II”, 2002]; y con “Hellboy” (2004), adaptación del cómic homónimo de Mike Mignola que le consagra a nivel internacional.
Tras “El Laberinto del Fauno”, Del Toro prepara la continuación de “Hellboy” y participa en la producción de “Meg”, que realizará Jan de Bont (“Twister”). De la coherencia de su trayectoria dan fe no ya las obras que ha concretado, sino las rechazadas: se negó a dirigir “Harry Potter y el Prisionero de Azkaban” por considerar que no se le permitía desarrollar ideas más oscuras que las que presidían el guión, y cedió el proyecto a su compatriota, productor y amigo Alfonso Cuarón.
UN OTOÑO FANTÁSTICO
Pasada la temporada veraniega de los “blockbusters” de aventuras y efectos visuales, el otoño marca tradicionalmente el regreso a las pantallas de un cine realista, trascendente y dramático que aspira al reconocimiento de los galardones anuales concedidos por críticos y académicos. Sin embargo, poco a poco el fantástico exigente se abre paso en certámenes, ceremonias de premios y menús de paladares exquisitos: “El Laberinto del Fauno” compitió en la sección oficial del Festival de Cannes, e “Hijos de los Hombres” obtuvo un premio en la Mostra veneciana para su director de fotografía, Emmanuel Lubezki.
Ambos films recalan estos días en España, pero no son los únicos con la ciencia-ficción y la pura fantasía como argumentos que podremos disfrutar, coincidiendo además con la 39 edición del Festival de Sitges (6 al 15 de octubre). Todavía se halla en cartel “La Joven del Agua”, posiblemente la película más arriesgada y personal de M. Night Shyamalan (“El Sexto Sentido”), llena de connotaciones míticas e imaginativas. El 20 de octubre salta a los cines “A Scanner Darkly”, adaptación de una novela del gran Philip K. Dick cuya paranoica trama en un futuro cercano ha sido visualizada por Richard Linlater (“Antes del Amanecer”) mediante la recreación digital de imágenes reales protagonizadas por Keanu Reeves y Winona Ryder. Y ese mismo día está previsto el estreno de “The Wicker Man”, nueva versión del film homónimo dirigido por el británico Robin Hardy en 1973, que enfrenta a un policía interpretado por Nicolas Cage con una retirada sociedad matriarcal. El realizador de este “remake” es Neil LaBute, cineasta que ya ha acreditado en “Amigos y vecinos” o “Por amor al arte” una visión nada complaciente del ser humano.