En un festival cinematográfico como el de Sitges, especializado en cine fantástico a pesar de haberse asomado en los últimos años a otros horizontes, resulta curioso que hayan sido dos películas basadas en hechos reales y con voluntad analítica las receptoras de los premios más destacados del certamen en su 39 edición, celebrada entre los días 6 y 15 de octubre.
Y es que el jurado de la sección Oficial Fantàstic, compuesto este año por Pilar Pedraza, Carlos Losilla, Leticia Dolera, Monte Hellman y Tom Schiller, ha considerado merecedora del galardón a la mejor película a Réquiem, dirigida por el alemán Hans-Christian Schmid; un drama familiar en torno al caso de la joven Annaliese Michel, que murió en 1976 como consecuencia de un presunto exorcismo (la misma historia que, en un registro muy diferente, dio lugar a El Exorcismo de Emily Rose). El film de Schmid ha ganado asimismo el premio a la mejor actriz, Sandra Hüller, como ya sucedió en la última Berlinale.
Por otra parte la también alemana Grimm Love Story, segundo largometraje de Martin Weisz, centrado en el “caníbal de Rohtenburg”, que devoró a otro hombre tras contactar con él por internet, se ha alzado con los premios al mejor director, los mejores actores masculinos (Thomas Huber y Thomas Krestchmann) y la mejor fotografía.
El Premio Especial del Jurado ha recaído sobre Homecoming, episodio de la serie televisiva Masters of Horror dirigido por Joe Dante, que fantasea con la resurrección de los soldados norteamericanos muertos en Irak y su exigencia de votar en las próximas elecciones presidenciales de su país. Time, del surcoreano Kim Ki-duk, ha recibido el premio a los mejores efectos de maquillaje mientras que The Host, de su compatriota Bong Joon-ho, se lleva el correspondiente a los mejores efectos visuales.
Por no extendernos, pues el
target="_blank">palmarés completo de Sitges incluye literalmente decenas de apartados y hasta siete jurados de composiciones diferentes, resaltemos el Premio Ciudadano Kane al director revelación, que ha sido para Rian Johnson por Brick, revisión del cine negro en el ámbito de un instituto; el Méliès de Plata a la mejor película europea para la coproducción animada germano-danesa Princess, de Anders Morgenthaler; y el Gran Premio por votación popular concedido a The Science of Sleep, tercera película de Michel Gondry tras Human Nature y ¡Olvídate de Mí!