El pasado día 13 de octubre, Terry Gilliam, ex-Monty Python y director de culto por películas como Brazil, Doce Monos o El Rey Pescador estuvo en el Festival de Cine de Sitges presentando Tideland, su última obra.
Gilliam ya estuvo un año atrás en el Festival de San Sebastián con la misma Tideland, cosechando entonces terribles críticas que podrían explicar su falta de estreno en España. El director no dudó entonces de descalificar a la prensa que abandonó mayoritariamente la sala a mitad de su proyección, y en esta ocasión inició la presentación de la cinta refiriéndose a la diferente naturaleza del público de Sitges como festival arraigado en lo fantástico, y que por ello se sentiría más cercana a la que es una de sus obras favoritas.
Tideland, que cuenta la historia de una niña que se refugia de su soledad en un mundo propio huyendo de su terrible realidad, tiene elementos para ser considerada muy polémica. La niña protagonista aparece en varias escenas preparando la heroína a sus padres, besándose con un deficiente mayor que ella y viviendo entre cuerpos disecados. Su fantasía huye de un sentido explícito como el de la reciente El Laberinto del Fauno de Guillermo del Toro, y se limita a observar cómo esta interpreta lo que sucede a su alrededor sobreviviendo a base de inocencia.
El Quijote sigue cabalgando
En la posterior rueda de prensa, Gilliam se refirió a uno de los asuntos más esperados, y que es el de su frustrada adaptación del Quijote. La producción, que tuvo que suspenderse tras una innumerable serie de catastróficas coincidencias, provocó el embargo del guión ante la falta de recursos adicionales, y al parecer la situación jurídica está pendiente de unos flecos para ser resuelta de modo que el texto vuelva a sus manos. Sin otro proyecto en su horizonte manifestó que "una vez esté solucionado, haré una llamada para ponerme con ella: a Johnny Depp".
Finalmente también respondió a los rumores que hablaron de temas como una posible adaptación a su cargo de Watchmen y otros tantos delirios que aplacó con un claro desmentido "si todo lo que se publicara en internet sobre mí fuera cierto, mi vida sería mucho más interesante".