El cineasta serbio Goran Paskaljevic, que ya consiguió hace once años el máximo premio otorgado por el Festival de Cine de Valladolid por La Otra América, acaba de obtener con Optimistas su segunda Espiga de Oro en la Seminci, cuya 51ª edición se clausuró este último sábado.
Optimistas, adaptación del Cándido de Voltaire en el marco de la actual Serbia, se ha hecho también con el premio al mejor actor, Lazar Ristovski. A su vez la norteamericana Laura Linney ha sido considerada la mejor actriz del certamen por Jindabyne, producción australiana dirigida por Ray Lawrence que se llevó de propina un reconocimiento a su banda sonora, obra de Dan Luscombe y Paul Kelly.
La Espiga de Plata del festival fue a parar a Es Invierno, realización del iraní Rafi Pitts que denuncia las condiciones del proletariado en su país. El director de fotografía Mahmoud Davoodi también ha entrado en el palmarés por su trabajo en este film.
El galardón Pilar Miró al mejor nuevo director ha sido para el argentino Hernán Gaffet por Ciudad en Celo. Mientras, público y crítica disintieron en la elección de sus películas favoritas: los espectadores optaron por la francesa Days of Glory, de Rachid Bouchareb, y los especialistas por Das Fräulein, de Andrea Staka.
El jurado de la sección Tiempo de Historia, tradicionalmente una de las más atractivas de la Seminci, premió el documental Las Alas de la Vida, en el que Antoni P. Canet retrata los últimos años de vida de un enfermo terminal.
Por último, la Espiga de Oro dedicada a cortometrajes recayó ex-aequo en Arcoiris Dibujado, del hindú Gitanjali Rao, y Tarde o Temprano, del húngaro István Madarász.
La Seminci abordaba este año un cambio en su política de programación, destinado a obviar grandes películas ya consagradas en otros certámenes y a privilegiar propuestas arriesgadas y desconocidas. Pero esto ha repercutido gravemente en la atención de público y medios, y no ha supuesto el visionado de mejor cine.