Aunque en principio el mismo Kevin Smith apuntó que su despedida del cine como guionista y director sería una película deportiva en dos partes titulada Hit Somebody, finalmente este proyecto será reconvertido en miniserie televisiva de seis horas.
Para despedirse del medio, Smith ha decidido remitirse, quizás con cierta lógica, a su ópera prima, Clerks (1994, en la imagen), aquella producción de bajo presupuesto y en blanco y negro sobre dos dependientes de un drugstore que le lanzó a la fama, representó una nueva forma de hacer cine independiente, y simbolizó el auge de una nueva y descreída generación de cinéfilos y realizadores.
Recordemos que Clerks ya gozó en 2006 de una secuela, Clerks II, que continuaba retratando las peripecias existenciales domésticas de Dante Hicks (Brian O’Halloran) y Randal Graves (Jeff Anderson). Pero Clerks III será la visión definitiva sobre el rumbo que seguirán las vidas de ambos una vez han llegado a los cuarenta, la edad a la que Smith acaba de llegar.