En julio de 2011 os contábamos que Guillermo del Toro (Pacific Rim) preparaba una nueva versión del cuento tradicional europeo reescrito por Gabrielle-Suzanne de Villeneuve La Bella y la Bestia (ya adaptado al cine por Jean Cocteau o la Disney) con la pretensión de que Emma Watson la protagonizase.
Esa película, como casi todo aquello en lo que está implicado Del Toro, anda en el aire. Pero la versión de La Bella y la Bestia que a cambio sí llegará a los cines ya se está rodando desde el pasado 5 de noviembre en Berlín, y supone de paso el regreso definitivo a la actividad de otro director con mala suerte en lo relativo a sus proyectos: Christophe Gans, que en casi veinte años solo ha concretado Crying Freeman (1995), El pacto de los lobos (2001) y Silent Hill (2006).
Sin embargo, de la valía de Gans da cuenta el alcance de su adaptación de La Bella y la Bestia: la bella será la, en efecto, bellísima Léa Seydoux (en la imagen), vista en, entre otras, Adiós a la Reina y Mission Impossible 4: Protocolo Fantasma; la Bestia será encarnada por Vincent Cassel (Cisne negro, Un método peligroso), que ya ha trabajado antes con Gans; y la banda sonora correrá a cargo de Alexandre Desplat (El discurso del rey, Argo, La noche más oscura).