Dos películas por las que a priori poca gente apostaba en Estados Unidos pueden convertirse en las grandes sorpresas de estas Navidades.
La primera representa la vuelta a un registro dramático del actor de color Will Smith, protagonista en los últimos años de films de acción como Hombres de Negro II (2002), Dos Policías Rebeldes II (2003), y Yo, Robot (2004) y de la comedia Hitch (2005). Smith, que cuenta con nominaciones al Oscar y al Globo de Oro por Ali (2001), aspiraba a revalidarlas con La Búsqueda de la Felicidad (The Pursuit of Happyness), en la que encarna a las órdenes del realizador italiano Gabriele Muccino a un padre de familia. Por lo pronto ya ha obtenido una nueva candidatura al Globo de Oro como mejor actor dramático, y la película se ha hecho con el número 1 de la taquilla USA el pasado fin de semana, por encima de Eragon.
La segunda supone otro regreso, el del boxeador Rocky Balboa. Recordemos que Sylvester Stallone saltó a la fama como actor y guionista con Rocky (1976); pero tras una larga carrera en el cine sus últimos años parecían abocarle a la decadencia. Pues bien, Rocky Balboa, sexta entrega de la serie, está recibiendo magníficas críticas por parte de los principales críticos estadounidenses, y más de uno aventura que será uno de los títulos más exitosos de estas fiestas. La película está escrita, producida, dirigida y protagonizada por el propio Stallone, y ha sido rodada con un presupuesto de tan solo 24 millones de dólares.