Es bien sabido que todo conflicto bélico estadounidense es pasto de ese ganado que conforman muchos ávidos productores, siempre dispuestos a alimentarse en forma de ceros con esquemas preconcebidos -manidos y extenuantes-, aderezados por variaciones insustanciales que, cómo no, también tienen responden a un patrón.
Estos cambios provienen de la propia variación en el nombre de la guerra, o de las cantidades dispuestas en una mezcolanza donde los elementos son los de siempre y destinados a un jugo que, mejor o peor, acaba sabiendo a algo varias veces ingerido.
En esta ocasión la ubicación es Kosovo. Chris Burnett (Owen Wilson), actor de segunda fila, haciendo gala de su aspecto de surfero californiano está deseoso de emociones fuertes. Tanto es su aburrimiento, que decide retirarse y le presenta su dimisión a ese envejecido jefe suyo, un Gene Hackman de nuevo de eterno militar malhumorado, al que los años le están pasando factura y que comienza a ejercer de abuelito entrañable con endeble ira pre-senil, que diría buenas y descorazonadoras palabras si los guionistas se lo permitiesen.
En una de las últimas misiones antes de que el chaval se "pre-jubile" (uh, qué mala suerte) acaba metido en un jaleo de los gordos por introducirse en una zona en que no debían volar pues se supone desmilitarizada (aquí se gesta la extraplana trama "política"), y en consecuencia le escachuflan el avión, después matan a su super-amigo y, finalmente acaban acorralándole para gloria de los nostálgicos del olvidado Stallone. Y a esperar a que la burocracia ponga fin a su "infienno".
Pero lo cierto es que, desde el evidente ritmo visual de videoclip moderno, desde ese aspecto de 'intro' de videojuego, las escenas marcan un ritmo que con aceleraciones, parones, cortes y giros de cámara, tienen un atractivo propio de los términos de comparación aquí escogidos. El interés nos sorprende en varias ocasiones, cuando entre un guión propio de alguno de los entes no-pensantes que nunca debería entrar en producción alguna, llegamos a sentir una preocupante vinculación con el surfero californiano y su sufrimiento, y que aunque no consigan darle atención a la lucha de poder en el entorno militar, nos hacen pasar momentos bastante tensos con varios tramos muy logrados en que se consiguen hitos para el cine como saber qué esta pensando en una escena de aviones...
...y los que no se habrían enterado jamás de qué pasaba en Top Gun si no fuera por las caras que ponía Mr. Cruise, sabrán a qué me refiero.