Una de las series de libros juveniles más célebres de los noventa, Pesadillas [Goosebumps], lleva desde 2008 tratando de ser llevada al cine por el productor Neal H. Moritz.
El reto ha estado, según se rumorea en Hollywood, en trasvasar a la gran pantalla la serie del autor R.L. Stine (que, con sesenta títulos, ya había derivado en videojuegos y series televisivas) equilibrando el terror y el humor, de tal manera que el público potencial pudiese acceder al producto resultante sin demasiados traumas.
Ha sido mérito de Darren Lemeke (especialista en films fantasiosos para los más jóvenes como Shrek, felices para siempre y Jack el Caza Gigantes) el forjar un guión que contente a todo el mundo (o, al menos, a Moritz y demás ejecutivos implicados en el proyecto).
Ahora se trataba de encontrar un director asimismo adecuado, y el escogido ha sido Rob Letterman, cuyos trabajos previos también se movían en el ámbito descrito: El espantatiburones (2004), Monstruos contra Alienígenas (2009), Los viajes de Gulliver (2010).