Descriptivo título el de la traducción, algo diferente del que se refiere a las "13 conversaciones sobre una misma cosa", pero que sirve mejor para describir la vocación de esta película. Hablar de varias vidas y relacionarlas de dos formas, por un cierto tipo de emociones, por encuentros más o menos relevantes entre ellas.
La parte emocional pretende sondear cuestiones comunes con indiferencia de la variada realidad de cada uno. La felicidad, el optimismo y lo arbitrario de su naturaleza. La forma de encajar las cosas enseña personajes sólidos y reales, ni buenos ni malos rotundamente, personas que van viviendo de forma similar pero en contextos diferentes.
Encadenar las pequeñas historias, es un ejercicio sutil sin ánimo alguno de efectismo, ciñéndose a la suave forma de relatar cada parte con única preocupación: la adecuación en las interpretaciones para darle credibilidad y reflejar la forma de encarar los acontecimientos, la sinceridad en la manera de hacerlo.
El final ni consigue ni pretende conseguir sorpresa. Acaba cuando se considera que ya se ha mostrado lo suficiente, que cada una de las cosas contadas ha conseguido demostrar lo necesario de cada uno de los personajes para conocerles en la justa medida. Cada uno de los relatos, con saltos temporales unidos por rótulos con su propio mensaje, quedan no para revolver el estómago ni para animar a revolución alguna: de forma distendida el objetivo de guión queda ahí cumplido, una pequeña muestra más de la naturaleza humana bien envuelta en cine de clase.