Aunque fue aclamada por críticos tanto estadounidenses como europeos, Dredd (en la imagen), adaptación del cómic homónimo creado por John Wagner y Carlos Ezquerra estuvo lejos de cumplir con las expectativas económicas que habían puesto en ella sus responsables. Coste del film: 50 millones de dólares. Recaudación mundial: 35 millones de dólares.
Con este panorama, no resulta sorprendente que uno de los productores de Dredd, Adi Shankar, acabe de dar por hecho que la película no tendrá continuación. En declaraciones concedidas a medios norteamericanos, Shankar ha manifestado que “no cabe engañarnos ni engañar a los fans, posiblemente nunca habrá una secuela de Dredd”.
Shanker ha abierto la puerta sin embargo a la posibilidad de que sea producido, al menos, un cortometraje sobre el personaje. Aunque puede sonar decepcionante, lo cierto es que este tipo de proyectos, incluso encargados a veces a cinéfilos conocedores de la franquicia en cuestión, hacen gala de una libertad creativa y un ingenio muy superiores a los que destilan los largometrajes “oficiales”.