Acaba de iniciarse la producción de Los Vengadores 2, buque insignia de Marvel Studios para 2015 y título sobre el que pivotará la Fase 2 del estudio, y los nubarrones han hecho de inmediato acto de presencia.
Y es que Kevin Feige, capitoste del estudio, ha empezado a discutir a actores como Mark Ruffalo, Jeremy Renner y Samuel L. Jackson (intérpretes respectivos de Hulk, Ojo de Halcón y Nick Furia) las pretensiones económicas que los susodichos han hecho llegar para continuar en la franquicia, por cuya participación en la primera entrega cobraron cantidades irrisorias.
Recordemos que Marvel es conocida por racanear todo lo que puede en lo relativo a los salarios de actores y directores, buscando incluso perfiles más modestos artísticamente hablando si con ello puede ahorrarse dólares y, de paso, afianzar su control creativo férreo sobre los productos.
Sin embargo, es difícil que pueda hacer lo mismo con Los Vengadores 2, habida cuenta del descomunal éxito de la primera película y la ligazón emocional del público con los actores que encarnaron al grupo de superhéroes.
Y más aun cuando Robert Downey Jr., intocable ahora mismo como Iron Man salvo que él mismo decida otra cosa, se ha manifestado a favor de que sus colegas de reparto en Los Vengadores y su secuela reciban el dinero que merecen a la vista de los descomunales beneficios que obtiene Marvel Studios de su trabajo. Según una fuente cercana a las negociaciones entre los actores de Los Vengadores 2 y los ejecutivos de Marvel, “Downey Jr. ha dejado claro que no va a trabajar para quienes tratan a sus compañeros como mierda”.