Títulos como Lío embarazoso (2007), Supersalidos (2007) y Cyrus (2010) dan cuenta de que las interpretaciones del cómic californiano Jonah Hill (en la imagen) giran en torno a la inmadurez, tema por otra parte capital en la llamada Nueva Comedia Americana que ha tomado por asalto los cines en los últimos años.
Pues bien, Hill prepara ahora mismo su ópera prima como realizador, una tragicomedia aún sin título que escribe en estos momentos, y el argumento de la misma girará asimismo en torno a la inmadurez, aunque sintomáticamente la existente en la industria del cine de la que él forma parte.
“Mi debut”, ha manifestado Hill, “se centra en lo que supone trabajar en un ámbito como el cinematográfico, en el que los comportamientos inmaduros no solo no son censurados sino que se alientan, a veces con desastrosas consecuencias”.
Aunque Hill no ha tocado nunca una cámara, sí tiene experiencia sobrada como guionista y productor con tan solo treinta años. Su mayor éxito en ambos ámbitos (amén de que la protagonizase junto a Channing Tatum) ha sido Infiltrados en clase (2012), de la que ya se prepara segunda parte.