De vocación superhéroe
Decir que Nicolas Cage es aficionado a las tebeos sería quedarse corto. Dueño de una gran colección de comics que su ex-esposa le obligó a vender –suponemos que tras el divorcio la habrá recuperado-, cuando Nicolas Coppola decidió no aprovecharse del apellido familiar en su carrera como actor tomó prestado su nombre artístico de Luke Cage, el héroe de alquiler de Marvel y más recientemente bautizó a su recién nacido hijo con el sonoro nombre de Ka-el –el nombre kryptoniano de Superman-. Con semejante pasión por las viñetas, estaba claro que no podía permanecer ajeno al reciente boom de adaptaciones cinematográficas, pero el camino no le ha sido fácil. Él fue el elegido por Tim Burton para dar vida a Superman en esa versión que jamás llegó a rodarse, como tampoco lo hizo esa adaptación del “Hard Boiled” de Frank Miller y Geoff Darrow que preparaba con David Fincher. Problemas de agenda le impidieron ser el Duende verde en “Spiderman” y diferencias creativas -léase dinero- le hicieron renunciar a su pesar al papel principal de “Constantine”. Incluso se le relacionó insistentemente como protagonista de proyectos como "Iron Man" y "Daredevil" varios años antes de que estos se pusiesen realmente en marcha. Más allá de sus logros artísticos y económicos, queda claro que para su protagonista “El Motorista Fantasma” supone un sueño hecho realidad.