La mayoria de los cineastas dedicados al género de acción, con mayor o menor fortuna, mantienen una generosa deuda con un hombre bajito, de cara amable e incustionable talento venido de Hong kong y que responde al nombre de John Woo.
Consumado realizador de productos llenos de extrema violencia -el número de cadáveres en sus filmes suele rebasar la centena- el estilo narrativo de Woo siempre se ha caracterizado por mezclar la espectacularidad con un elevado sentido poético de la acción. En este nuevo estreno tampoco falta la escena con palomas, motivo recurrente en todos sus filmes que pudimos ver en la segunda parte de Misión Imposible. Maestro de maestros -entre sus alumnos más aventajados se encuentra el recuperado Quentin Tarantino- el considerado director de culto con títulos tan significativos como "Hard boiled" o "The Killer" acude a otro hombre de culto, el escritor Philip K.Dick para llevar a la pantalla un magnífico relato de ciencia-ficción tras cosechar éxitos con novelas como "Blade runner", "Desafío total" o "Minority Report".
Pero si Woo ha servido de inspiración a muchos de los directores contemporáneos(recordemos que hay un antes que Matrix), en sus filmes observamos claras influencias de uno de los autores más queridos por el gran público: me refiero a Alfred Hitchcock. En ciertos aspectos, el cary Grant de "Con la muerte en los talones" y el personaje de Ben Affleck tienen varios puntos en común. Ambos se ven inmersos en una intensa vorágine llena de secretos y medias verdades que deben desentrañar a medida que la narración avanza.
El conflicto surge dentro de la empresa donde trabaja.Después de cada proyecto, nuestro hombre se somete al borrado de su memoria como medida de seguridad. El último no sale como esperaba y sólo cuenta con algunos objetos personales como única salvación.
Los que ya conocen el portentoso estilo visual del director (entre sus títulos más conocidos "Cara a cara") no se sentirán defraudados con esta relato futurista de fuertes indicios catastrofistas. En "Paycheck" todo parece funcionar a las mil maravillas, la utilización de la cámara ralentizada sigue dando sus frutos en las secuencias de mayor intensidad, la intriga está sevida de forma extremadamente calculada y la pareja protagonista goza de enorme popularidad.
Es una lástima que el "chico l'oreal" y su hermético rostro lastren el resultado de este aceptable producto de pura mercadotecnia.