Pocas películas más esperadas este año que Gravity, la epopeya intimista (por contradictorio que esto pueda sonar) protagonizada por Sandra Bullock y George Clooney que se estrena en octubre en todo el mundo.
Pero la costosa y laboriosa producción del film, que se ha llevado cuatro años en las vidas de todos los implicados, ha acabado con la paciencia del principal, el guionista y director mexicano Alfonso Cuarón (en la imagen, durante la presentación del film estos días en el Festival de San Sebastián).
Cuarón ya había realizado películas de producción compleja, como Harry Potter y el Prisionero de Azkaban (2004) e Hijos de los Hombres (2006). Pero aun así, no estaba preparado para lo que ha implicado Gravity: “Calculé mal lo que iba a suponerme esta película en términos de tiempo y esferzos”, ha declarado a la publicación online norteamericana Vulture, “no ha sido precisamente mi mejor inversión creativa”.
Cuarón está tan cansado que confiesa que “nunca volveré a meterme en algo parecido; es una experiencia muy bonita una vez en la vida, pero no me compensa perder años y años con cada proyecto, lo que me interesa es evolucionar”.
A tal efecto, Cuarón ya tiene claro que su próxima película será de presupuesto pequeño o medio, y que se ubicará en el ámbito del suspense y el terror: “Nada de hachazos, algo que inquiete e incomode al espectador emocionalmente”.