Con su estreno fijado para el próximo año, el nuevo trabajo de Darren Aronofsky, Noah, merece especial atención primero por la trayectoria del realizador, segundo por la peculiaridad al adaptar la historia de El arca de Noé, y tercero -según él mismo apunta- por el nuevo hito que logra la infografía a la hora de recrear animales.
En cuanto a lo segundo, la peculiaridad de esta adaptación reside en que Aronofksy va a llevar a la gran pantalla la historia bíblica según lo trazado por el cómic que él mismo coescribió con Ari Handel (quien también hizo lo propio con el cómic de La fuente). Esto implica que el imaginario visual con escenas fantasmagóricas y apocalípticas de las viñetas va a ser una inspiración para una producción de alto presupuesto que de por sí promete emociones fuertes.
Y por si esto no fuera poco, Aronofsky quiere llegar más lejos y dar un empujoncito al tema tecnológico: con una historia como la de Noé, la presencia de animales exige apoyo infográfico, más cuando los que su creador tiene en mente no son precisamente normales.
"Hay criaturas fantásticas, eventos fantásticos, un gran diluvio... lo que estás fotografiando no es muchas veces lo que se verá en pantalla, sólo la base, sobre ella habrá mucho trabajo visual, y eso lo hace un trabajo diferente", expone a propósito del uso informático.
"Tuvimos que recrear un reino animal entero", prosigue apuntando ya a los animales, "ajustamos todos los animales, no quería el cliché del elefante, el oso polar y el león caminando hacia el arca... no quería la jirafa sobresaliendo... en colaboración con Industrial Light&Magic fuimos por el reino animal y elegimos las formas de animales que queríamos, algunos paquidermos, otros reptiles, roedores, pájaros... elegimos las especies y estas vinieron a la vida con distintos colores y pelajes: no queríamos nada reconocible pero tampoco absurdo".
La cuestión es que la complejidad que iban recibiendo los diseños de los animales llevaron a que "el proceso fuera muy complicado para ellos: dijeron 'sólo podemos renderizar dos o tres veces, por lo que asegúrate de que los diseños están bien'".
Lo que tuvo claro es que nunca haría el rodaje con animales reales: "es un movimiento equivocado, políticamente no es adecuado usar animales vivos y cada vez es más evidente, pero además técnicamente habría sido extraordinariamente difícil".