'Aventuras y desventuras, malos y buenos, rayos y centellas, en un lugar recóndito del amazonas.'
Los Ángeles. Un tal Beck (The Rock), cazarrecompensas altamente eficaz, es contratado por un tipo forrado para encontrar a su hijo Travis. Para ello debe ir en su busca a la selva del amazonas. Al llegar se encuentra con un tal Hatcher, un mafioso que se dedica a explotar simultáneamente una mina de oro y una cantidad masiva de indios. A partir de ahí... todo un sueño.
Por alguna razón inexplicable en esta película la historia es lo de menos, incluso se podría prescindir de la trama y se obtendría un resultado bastante mejor. El protagonista reune todas las virtudes de todos los miembros del «Equipo A». Su compañero de batallas es el típico payaso del que, siguiendo la comparación, se podría decir que es la vertiente más exaltada de Murdock encarnada por el actor Seann William Scott. Este, está destinado de por vida a vagar por las pantallas con un papel de necio sin remedio. Por lo demás, la chica (Rosario Dawson) está maciza, el malo, muy malo, y su sin fin de lacayos son incapaces de hacer nada por evitar que el bueno siempre le gane.
La acción, que se desarrolla en Brasil aunque se rodó en Hawai (faltaría más) no justifica en paisajes amazónicos un presupuesto de 75 millones de dólares. Luchas al estilo Matrix, con coreografías bastante aceptables parecen ser lo único que sustentan el film. Y eso que su director apuntaba maneras cuando rodó "Very bad things"
Para los amantes de las curiosidades, en el primer minuto de película sale el gobernador de California (sí, Arnold) y le dice a Beck: "que te diviertas". Quizá sea un guiño irónico al público para lo que queda por delante, pues con semejantes formas parece la hermana pequeña de «Mentiras Arriesgadas».
Como diría el protagonista, tienes dos opciones: Opción A y Opción B. Opción A: la vas a ver voluntariamente por ser seguidor del cine más simplista. Opción B: la vas a ver por algún tipo de masoquismo insano.
¿Hay opción C?