Acierta en su propósito al llevar a cabo una historia lejana de nuestra tradición cinematográfica que sin embargo acaba resolviéndose satisfactoriamente
Que el cine negro ha sido cultivado por la industria norteamericana es sabido en todos los rincones del mundo. Que este género haya sido elegido por Manuel Lombardero para llevar a cabo su segunda incursión detrás de las cácamaras provoca, como mínimo, cierto grado de curiosidad. Tuya siempre reune en un mismo escenario a chulos de alto estanding (José Coronado, cada vez mejor) y delincuentes de poca monta (Rubén Ochandiano, pequeño gran actor) bajo los eflubios del mejor jazz surgido en el Jamboree, emblemático local barcelonés. El origen de la película se remonta a los años sesenta (aquí Lombardero sitúa la acción en la década de los ochenta), época en la que un asesinato ensombreció la vida nocturna del club.
Acompañados de una banda sonora real -todos los que salen a tocar son profesionales- los personajes pululan por un ambiente cargado de buena música llevando su trágico pasado a las espaldas,como Lola (Flora Martinez, conocida por su papel en Rosario Tijeras) que se encuentra de bruces con un pasado que parecía haber dejado atrás, o el pianista Horacio (Nancho Novo, triunfador en el festival de Málaga gracias a esta impecable interpretación), cansado de despertarse en ciudades que no conoce y agarrado siempre a una botella de ginebra. Y eso es justo a lo que huele esta producción, a ginebra, a humo mezclado con una música que nos remonta a otra época y como no podía faltar en el género, olor a crimen.
Con todos estos elementos, Lombardero se encarga de realizar una escueta descripción sociológica de la gente que se mueve en el ambiente de la noche barcelonesa a base de chanchullos de dudosa legalidad. Echando mano de ciertos clichés del género, retrata con humildad un entretanido relato de perdedores con pulso firme, ayudándose en todo momento de unos profesionales al más alto nivel, tanto en la faceta técnica con la fotografía de Jose Luís Alcaine, como interpretativa, cortesía de un elenco que ya querrían muchos para sí.
Intensa, aunque en ciertas ocasiones adolezca de altibajos en el ritmo narrativ o el desenlace tarda en llegar y es resuelto de manera fugaz- Tuya siempre acierta en su propósito al llevar a cabo una historia lejana de nuestra tradición cinematográfica que sin embargo acaba resolviéndose satisfactoriamente.