La próxima película de la célebre Jennifer Aniston (en la imagen) no merece tanta atención por el hecho de que vaya a ser un drama y no una comedia (su registro más habitual), como porque constituirá nueva muestra de las sinergias que la industria de Hollywood está planteando con China.
Y es que Cake, en la que Aniston encarnará a una mujer enferma que asiste a un grupo de terapia del dolor donde se obsesiona con el suicidio de otra de las asistentes, es la primera de una serie de cinco producciones entre la compañía estadounidense After Dark Films y la china Shenghua Entertainment, que contarán en su conjunto con un presupuesto de 50 millones de dólares.
Cake ha sido escrita por Patrick Tobin, que solo dispone de otro crédito previo como guionista, el del drama No Easy Way (1996); y será realizada por Daniel Barnz, director previamente de El corazón de la bestia (2011) o Won't Back Down (2012).