El próximo 23 de mayo se estrena en España X-Men: Días del futuro pasado, segundo jalón en la reinvención de la franquicia mutante de la Marvel tras la precuela X-Men: Primera Generación (2011). El éxito de esta debió lo suyo a la intervención como director y co-guionista de Matthew Vaughn, que sin embargo poco ha tenido que ver en la continuación más allá de escribir un primer tratamiento de su guión.
Esto hizo para muchos sospechoso que después Vaughn desapareciese tan totalmente de escena, hasta el punto de no haberse reservado ni siquiera una función como productor de Días del Futuro Pasado, que finalmente ha dirigido Bryan Singer, de un modo u otro alma mater de todas las películas sobre los mutantes Marvel. Hasta ahora, se desconocían las razones que habían llevado a Vaughn a distanciarse de los X-Men, pero, en una entrevista que ha concedido estos días a la publicación británica Empire, quedan claras algunas cosas.
Vaughn empieza desvelando que, si le gustó implicarse a fondo en Primera Generación, fue "porque me pareció fascinante, irresistible, la posibilidad de tener juntos a actores tan fantásticos como James McAvoy, Michael Fassbender, Jennifer Lawrence, Kevin Bacon, Rose Byrne... ¡Qué reparto!".
Vaughn asegura que, cumplida esa misión, dejó de tener interés en los X-Men, ya no le pensó que le compensase dedicar otros tres o cuatro años de su vida a otra película ambientada en el mismo universo. Le motivaba más colaborar con su amigo Mark Millar en la adaptación al cine del comic The Secret Service, que rueda ya con Samuel L. Jackson, Taylor Swift, Colin Firth, Lady Gaga y otros muchos actores y celebridades de renombre.
Pero Vaughn deja para el final, y expresada de manera sutil, la que puede ser auténtica razón para no haber estado al frente de Días del Futuro Pasado: "Los X-Men siempre han sido cosa de Bryan Singer, algo suyo, sus criaturas. Que vuelva a realizar una película sobre los mutantes después de haber hecho en su momento X-Men (2000) y X-Men 2 (2003) es para él como cerrar un círculo".