Aunque Marvel lleva una gran ventaja a DC en cuanto a la traslación de sus respectivas líneas de cómics a los universos de la gran pantalla, la segunda compañía empezó a ponerse las pilas con El hombre de acero, y planea terminar de asentar a sus personajes en el cine con la película que enfrentará a Batman contra Superman (con Wonder Woman como estrella invitada) a estrenar en 2016.
Sin embargo, el retraso en el estreno de la película con los tres iconos de DC que dirigirá Zack Snyder (debido a dilaciones en la producción), ha hecho que su nueva fecha de presentación al público sea el 6 de mayo de 2016. El problema es que esa es la fecha de estreno anunciada hace tres años por Marvel Studios para el estreno de una de sus propias películas, presumiblemente Capitán América III, algo que los ejecutivos de DC/Warner tenían que saber perfectamente.
Por ello, la elección de fecha por parte de DC se considera un pulso a Marvel Studios, que, por ahora, se ha saldado con desprecio por parte de Kevin Feige, presidente de la compañía: "Marvel va a mantener la fecha de estreno que tenía prevista para esa película, cuyo superhéroe protagonista confirmaremos en pocos meses".
Los analistas dan por hecho que finalmente uno de los contendientes "pestañeará", es decir, no resistirá el duelo y cambiará la fecha de estreno de su película. Más que nada, porque la coincidencia de dos superproducciones con superhéroes un mismo fin de semana en los cines dividiría a los cinéfilos y acabaría perjudicando la taquilla de ambos films.