Puede que Brad Pitt continúe sin convencer a muchos como actor, pero no cabe duda de que está planteando su carrera como tal (y, no lo olvidemos, como productor) atendiendo a unos mínimos en lo relativo a calidades y argumentos.
Solo en los últimos años, hay que citar proyectos de Pitt que le han ligado a Terrence Malick (El árbol de la vida), Quentin Tarantino (Malditos bastardos), David Fincher (El curioso caso de Benjamin Button), Andrew Dominik (El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, Mátalos suavemente), Steve McQueen (12 años de esclavitud) o Ridley Scott (El consejero).
A estos realizadores hay que sumar ahora el australiano David Michôd, que se ganó un culto ferviente con su ópera prima, el sórdido thriller familiar Animal Kingdom (2010), y que está a punto de estrenar su segunda película, The Rover, otra intriga llena de tensión, que interpretan Guy Pearce y Robert Pattinson.
Pitt co-producirá y protagonizará la tercera película como guionista y director de Michôd, The Operators, crónica basada en un ensayo best-seller de Michael Hastings (periodista fallecido en misteriosas circunstancias hace tres años) en torno a las intervenciones occidentales en Afganistán desde 2001 y, más en concreto, en torno a su coordinador, el general norteamericano Stanley McChrystal (en la imagen), sobre el que la Casa Blanca había perdido todo control y al que tuvo que destituir en 2011.