La primera toma de contacto del escritor británico Geral Brenan con la España profunda de los años 20 representa el regreso a la dirección de Fernando Colomo, tras “Cuarteto de la Habana” y “Los años bárbaros”; Matthew Goode interpreta sin estridencias al escritor británico que llega a las Alpujarras de los años 20 con dos burros cargados hasta los topes de libros.
Colomo retrata la historia, como no, en tono de comedia ligera; aquí no hay carcajadas; ésta es una película de sonrisa constante; y ella se basa en el contraste de los dos mundos que chocan: el inglés y el español más profundo y rural.
La historia funciona y tiene la factura correcta que Colomo suele dar a sus producciones –600 milllones de pesetas en presupuesto da holgadamente para ello-; en su contra, unos personajes secundarios que -a parte del protagonista- rozan demasiado el “ya visto”; un cura que tiene un amante –vaya novedad!-, el zagal simpaticote de pueblo –un Willy Toledo que corre serio peligro en encasillarse en papeles de “graciosín enrrolao”- y la bella chica de la que enamora interpretada graciosamente por la debutante Verónica Sánchez; tópicos todos, sí; pero..¿no están también las buenas películas llenos de ellos?