Sin duda una de las colaboraciones más fructíferas del Hollywood contemporáneo es la que une profesionalmente desde hace diez años a Leigh Whannell y James Wan (ambos en la imagen), artífices conjuntos de la saga Saw, y responsables asimismo de Silencio desde el mal (2007) y las dos entregas de Insidious.
Whannell escribe e interpreta; Wan escribe también y dirige. Hasta la fecha, siempre juntos. Sus agendas a tope empiezan a provocar ahora que tengan que separar sus destinos, al menos circunstancialmente. Y es que, al haber aceptado James Wan la realización de la séptima entrega de la franquicia The Fast and the Furious, la tercera parte de Insidious, que se estrena el 3 de abril de 2015, se ha quedado sin director.
Tras muchos tiras y afloja con los productores y tantear otros nombres, será precisamente Leigh Whannell quien se ponga finalmente tras la cámara en Insidious: Chapter 3. Todo un reto, dado que Whannell jamás ha dirigido una película (ni siquiera un cortometraje), y los trabajos de Wan se han caracterizado siempre por un gran virtuosismo técnico.
Nadie duda, en cualquier caso, de que Wan estará secundando la labor de Whannell desde las sombras, no en balde son amigos desde sus tiempos de estudiantes.