Supongo que una producción extranjera es una forma de evitar tener que hipotecar tu casa para seguir financiando la película, como sucedió con 800 balas.
Sí desde luego. Pero hipotecarme hasta aquel punto como hice entonces era algo que había que hacer... es que no te paras a pensar en ello, yo no sé hasta qué punto la gente tiene pasión al hacer las cosas… en mi caso nada merece la pena si no es hacer cine, no es una cuestión de si me dedico a hacer esto o esto otro, mi vida es hacer cine no puedes hacer otra cosa y es un disfrute, una alegría.
Desde tu perspectiva como director con algunos rasgos diferenciados de lo que es el cine español habitual, ¿qué crees que distancia a este último del público?
Puede que la derecha no haya colaborado últimamente a la hora de formar un estereotipo, nosotros siempre hemos tenido fama de que disfrutamos y que no hacemos disfrutar lo suficiente. Algunos esperan que siempre seamos Victor Erice y otros esperan que seamos Spielberg cuando no podemos ser ni una cosa ni la otra. Ni tenemos los medios ni la experiencia de años que tiene Spielberg. Por el contrario tenemos que partir de cero, es totalmente inviable conseguir ese nivel de entretenimiento y la entrada cuesta lo mismo.
En cuanto al otro lado, está muy bien que alguien haga del cine una pasión si quieres ajena al espectador y que piense que exclusivamente es su mundo interior, genera obras maestras como puede ser “El Sur”, pero también genera monstruos y tenemos que hacer o buscar un término medio que nunca va a satisfacer a todo el mundo.
Para un cambio de registro como el mostrado en Oxford Murders, ¿has tenido inspiraciones más o menos concretas?
No... es que eso es una forma de ver exterior a la realización del cine... creéis que estamos pensando en directores y películas cuando (sonríe) estamos pensando en “a las 12 paramos para comer”...
Pero en una fase previa si que de una forma más o menos consciente lo tendrás en mente.
Por supuesto. Pero piensas “vamos a contar esto porque está muy bien” y la construyes no pensando en alguien sino en alguna forma... en esta película por ejemplo, hay una escena con un crimen en un concierto y todo el mundo pensará en 'El Hombre que sabía demasiado', yo también he pensado en 'El Hombre que sabía demasiado' y está ahí, es como parte de mi vida. Es como si dicen “están en la playa o en un salón” o hay un duelo... Hitchcock es más un lugar en el que he estado que un director, yo he vivido en Hitchcock mucho tiempo, y he vivido mucho tiempo en John Ford... es decir, para mí son lugares en que me han ocurrido un montón de cosas y forma parte de mi vida y es inevitable... no tenemos la suerte de tener vidas como la de John Huston, yo no he estado en la revolución Mexicana y luego he vendido periódicos en Manhattan, he tenido una vida muy sencilla, de estudiante y luego me volví loco y me metí en esto pero lo que sí existe es una experiencia mental… que es lo que yo creo que aquí vale la pena.