La frecuencia con la que se anuncian remakes y reboots hace innecesario volver a referirse a las ventajas y desventajas de rehacer una misma historia, si bien es preciso señalar como difícilmente pueda justificarse un regreso cuando apenas han pasado 12 años, cuando —como en el caso que nos ocupa— la vuelta viene tirando de la misma versión del guión que se empleó entonces.
La Cabin Fever de Eli Roth tiene así un remake en gestación, que lo tendrá difícil para aportar algo sobre el original habida cuenta de que pretende ajustarse totalmente al texto original (en el que un puñado de jóvenes ve como sus vacaciones de verano en una cabaña se convierten en un infierno al beber agua con un virus devorador de carne).
La dirección de la función en esta ocasión pasa a Travis Zariwny, quedando Eli Roth como uno más de los productores de la cinta. Este último defiende que pese a que el proyecto se ajustará necesariamente al original, Zariwny tiene una “asombrosa visión” de la película, y se refiere al remake como una “reinterpretación de la obra”.