El pasado mes de febrero os anunciábamos la filmación el próximo verano de Pompeya, superproducción europea sobre el sepultamiento por la lava de la ciudad homónima en el año 79 de nuestra era, que iba a dirigir el mismísimo Roman Polanski (El Pianista).
Pues bien, como consecuencia de la posible huelga de actores, guionistas y directores que amenaza con paralizar Hollywood a partir de junio de 2008 —los colectivos citados desean replantear las condiciones generales de sus contratos para sacar más beneficios de la explotación de los films a través de las nuevas tecnologías—, los productores Alain Sarde y Robert Benmussa decidieron retrasar el rodaje de Pompeya y, con ello, han obligado a Polanski a dejar el proyecto alegando incompatibilidades de agenda.
La fuga de Polanski ha echado atrás a muchas distribuidoras internacionales interesadas en la película y eso, sumado a las desconocidas repercusiones de la citada huelga, ha conducido a paralizar una producción que se cifraba en 130 millones de dólares e iba a suponer cuantiosas inversiones en la Ciudad de la Luz (Alicante), una de las localizaciones escogidas para el rodaje.