Quizás el momento cumbre del Festival de Cine de Roma, cuya segunda edición se está celebrando entre los días 18 y 27 de este mes en la capital italiana, ha sido la premiere mundial de Youth without youth, adaptación cinematográfica de la novela homónima escrita por el antropólogo rumano Mircea Eliade, que supone el regreso a las pantallas del realizador Francis Ford Coppola tras diez años de inactividad.
En efecto, el mítico director de Apocalypse Now (1979) o Corazonada (1982) se puso por última vez tras las cámaras en 1997, con Legítima Defensa, por lo que la proyección de Youth without youth, recibida en Roma con división de opiniones, debe considerarse en cualquier caso como un acontecimiento cultural de primer orden.
En la rueda de prensa que acompañó la exhibición de su nuevo film, Coppola aprovechó para descartar definitivamente la posibilidad de que sus películas más conocidas, que constituyen toda una saga cuyas entregas se filmaron en 1972, 1974 y 1990, tengan continuidad con una cuarta parte: “Es suficiente con tres películas de El Padrino, no deseo repetirme”. El norteamericano criticó además la tendencia actual del cine hollywoodense a las secuelas y las nuevas versiones de películas más o menos clásicas: “Los remakes son pérdidas de tiempo, energía y recursos, hemos de concentrarnos en idear obras novedosas que deslumbren al espectador”.