¿Qué tipo de entrenamiento implicó la película?
Lo primero que tuve que hacer es acudir al gimnasio durante al menos tres horas al día, entrenamiento de peso y también coreografía para las luchas. Había entrenamiento de armas, con las que debía ser razonablemente bueno, porque había metralletas, pistolas y un paraguas (ríe). Se trataba de aparentar que había sido entrenado en todos ellos. Y para la escena bajo el agua necesitábamos entrenamiento básico en buceo. Nos sumergimos en tanques con equipamiento para bucear y es algo que da bastante miedo porque implica mucho tiempo allí y soy algo claustrofóbico. Así que se trataba de sumergirse y aprender a calmarte y relajarte, tienes que regular tu respiración y ser capaz de ecualizar la presión de tu cabeza, que es algo que no había hecho nunca. Es una sensación de lo más rara. Pero con todo ese entrenamiento, hay un punto en el que deja de ser un trabajo duro y tu cuerpo empieza a paladearlo.
Cuéntanos un poco de tu experiencia con los especialistas…
Para nosotros, esos tipos eran Kingsmen. Quiero decir, Colin, un actor con un Óscar, puede hacer esas escenas con los ojos cerrados, y para mí esa es mi pasión, mi amor, hacer esas escenas es lo bueno de esto. El elemento físico era algo que tanto Colin como yo sentíamos como el mayor desafío. Pero los tipos que nos entrenaron y cuidaron de nosotros son la gente más profesional, disciplinada, humilde y con talento del mundo. Lo que pueden hacer, no puede hacerlo mucha gente. Estábamos en las mejores manos.
¿Cómo de largo fue el periodo de entrenamiento?
Me habría gustado contar con más tiempo, aunque nunca se detuvo. Fui elegido en julio y comenzamos a rodar en octubre, así que entrené durante esos tres meses, pero también cada mañana antes de filmar, absolutamente cada día, a veces doble sesión. Las cosas que filmábamos en enero, las entrenábamos y aprendíamos en octubre, noviembre y diciembre mientras filmábamos. Nunca paró. Colin acabó más pronto que yo porque su escena en la iglesia y su lucha en el pub, que eran sus piezas mayores, tuvieron lugar antes en el rodaje, mientras que las mías duraron hasta el final. Estaba rodado de forma relativamente cronológica. Tuve el tanque para grabar a principios de diciembre, en enero la lucha en el túnel que llevó dos semanas. Había momentos aislados, pero todo estaba grabado de una pieza, y llevó una eternidad. Lo bueno de lo que Colin ha hecho durante años, y que espero poder hacer, es aprender esas habilidades extra. ¿En qué otro trabajo puedes hacer algo así? Es asombroso.
Sir Michael Caine es una leyenda de la actuación, especialmente para los jóvenes actores supongo. ¿Resultaba intimidatorio trabajar con él? ¿O pone las cosas fáciles?
Michael es una gran persona para tener en el escenario. La forma en la que funcionaba es que yo estaba desde el inicio del rodaje hasta el final; Colin estaba alrededor de un 80% sólidamente, entonces de forma fragmentada el resto del tiempo; Mark (Hamill) entraba y salía, y en lo que se refiere a Michael y Sam (L.Jackson) de alguna forma iban y venían. Eran fantásticos.
Lo que Michael y Sam tienen en común es que son gente “real”. Acuden al set y por su seriedad, por su estatus, todos son conscientes de que están allí, y lo llevan con auténtica gracia. Te cuentan pequeñas anécdotas e historias de su época, y no he escuchado nunca a nadie hablar como a Michael Caine. Todos están pendientes de sus palabras y él les muy generoso y humilde con eso. No se deleita ni envanece. Simplemente se sienta y comienza, imagino que como lo ha hecho toda su vida, “Tengo una historia para ti”. Y es divertido, es un tipo divertido. Lo que Sam aparenta es que simplemente adora su trabajo. La razón por la que es tan prolífico es que sencillamente lo adora. Le encanta hacer películas. Tener gente como esa alrededor es contagioso. Mark también fue un buen colega, de alguna forma hemos permanecido en contacto. Fui a ver su actuación a principios del año, en la que estaba genial.