A principios de este mismo mes lo anunciábamos: China había superado por primera vez a EEUU en recaudación en un solo fin de semana. Cierto que había variables a tener en cuenta (como la festividad del año nuevo en China, que coincidía con un fin de semana tradicionalmente flojo en EEUU), pero se trataba de un momento simbólico que vista la tendencia, es cuestión de tiempo que se convierta en algo habitual.
De esta forma, el creciente papel del gigante asiático, que con sus inversiones y enorme población tiene un claro protagonismo en la economía mundial, debía condicionar el modelo de negocio de Hollywood: el mercado chino no solo es importante por su potencial cifra de espectadores, también como fuente de financiación para las superproducciones norteamericanas.
“De ahora en adelante habrá más inversión China en Hollywood y más inversión de Hollywood en China”, anticipa Lindsay Conner, abogado estadounidense especialista en la industria del entretenimiento. “China es el mercado más nuevo que hay sobre la tierra, y la mayor oportunidad de crecimiento en el horizonte de Hollywood”, añade, señalando al nuevo acuerdo entre Lionsgate y Hunan TV como otro síntoma de una tendencia que va camino de acelerarse.
“Vemos a una entidad china con capital que busca ampliar su papel en la industria del entretenimiento emparejándose con un socio estadounidense con necesidades de capital”, prosigue a la vez que recuerda que “la mayor parte de los estudios de Hollywood tienen socios financieros habituales. Permite expandir presupuesto y lanzamientos, ayuda a la gestión de los riesgos. El acuerdo también ofrece la perspectiva de que Lionsgate tendrá más películas en China: aparecerán como una parte amiga”.
A la hora de señalar a futuros protagonistas de esta tendencia, Conner señala a grandes empresas del país asiático como Baidu, Alibaba, Tencent y la inmobiliaria Wanda: “Conducirán a nuevo contenido y a un mayor repertorio de posibilidades para el consumidor chino”, todo teniendo en cuenta que como “el mercado chino no está maduro, sus planes se formularán más allá de la frontera con China”. Así, países próximos a China y tradicionalmente fuera del circuito de distribución de EEUU se convertirían en nuevos candidatos para emitir sus producciones, algo que Conner describe como “un punto de inflexión” que puede cambiar las reglas del juego.