Pocas veces se podrá emplear la expresión “morir de éxito” con más exactitud que para comentar la decisión que ha tomado el humorista británico Sacha Baron Cohen: dejar de interpretar a Borat, el periodista kazajo de ficción que le procuró el pasado año un descomunal éxito en todo el mundo.
Y la razón es precisamente esa, el éxito popular del personaje, que impide a Cohen seguir rodando sus bromas sin que sus víctimas sospechen que Borat es una criatura de ficción. También el rapero Ali G, otra de sus invenciones cómicas, será dejado de lado por el actor.
Esto deja a Cohen en manos de su tercera creación, Bruno, un periodista gay que informa sobre moda, con el que en estos momentos está filmando su nueva película, que pretende dejar en evidencia la banalidad que impera en los ambientes de la alta costura y el famoseo.
Bruno, Ali G y Borat empezaron a cimentar la popularidad de Cohen en el programa televisivo Da Ali G Show (2000).