Mitch Cullin publicó en 2005 A slight trick of the mind, su séptimo libro que dedicaba a la figura de Sherlock Holmes desde la perspectiva de sus años de senectud. Que su adaptación a largometraje haya corrido a cargo del mismo realizador que ha trasladado a la gran pantalla libros de la saga Crepúsculo, es tan solo una anécdota en la variada carrera de un Bill Condon que en esta ocasión vuelve a demostrar sus mejores modos y dar buena cuenta de su talento.
De esta forma, podemos afirmar que en Mr. Holmes coinciden todas las virtudes que hacen que una película pueda trascender: el casting, la elegancia de sus formas, el cruce de historias que evitan que el relato decaiga ante los tonos dramáticos de los últimos años del mito y la pérdida de su desbordante intelecto en manos de la senilidad.
Por el contrario, Mr. Holmes mantiene un interés sin estridencias en un último caso que lejos de los malabarismos se integra con el resto de lo expuesto —su lucha contra las pérdidas de memoria, sus últimos vínculos humanos cuando su entorno ha ido desvaneciéndose ante su mirada cansada— con el objetivo de humanizar al personaje de rasgos que tradicionalmente han rozado lo fantástico. Un camino en que además logra conectar con la audiencia de mayor edad sin descartar a otros públicos (salvo los más inquietos), frente a otras fórmulas que buscan descaradamente el público geriátrico, y logrando así un producto noble que dirá mucho más y ofrecerá lecciones vitales sin recrearse en subrayados.
Como en otras ocasiones, el recurso a los nombres que son marcas como Holmes puede volverse reiterativo salvo que haya una voluntad honesta de evolucionar dentro de sus propias reglas. Ahí podemos encontrarnos con películas especiales como esta, que nos devuelve la fe en Bill Condon, aun cuando su próximo proyecto sea de un corte tan diferente como la versión en carne y hueso que Disney está gestando de La Bella y la Bestia. Visto lo visto, no se puede negar que entre sus idas y venidas del cine comercial sabe dar con obras auténticas que justifiquen el rumbo de su carrera.