Kingsman fue un éxito tal en taquilla que se daba por descontada la continuación antes de que fuera anunciada. Algo que plantea un problema, habida cuenta de que una de las razones de su éxito fue su personalidad, y que para lograrla no dudaba en "prescindir" de alguno de sus personajes... algo que se entiende que puede dañar las ambiciones recaudatorias de la secuela.
Efectivamente, todos los problemas se centran en recuperar a Colin Firth, que tal y como desvela Mark Millar en IGN supone un quebradero de cabeza para los responsables de la trama de la segunda parte.
"Esa es la conversación que todos tenemos estos días, porque es una parte muy importante de lo que hizo que la película funcionase. Colin es fantástico, es un film de dos protagonistas. También quieres preservar la integridad de la historia, de tal forma que si lo traes de vuelta tiene que tener sentido. Y ahí es donde estamos ahora", explica Millar.
Millar, que explica que Matthew Vaughn y Jane Goldman son los encargados de dar forma a la nueva cinta, detalla cómo todavía el proyecto está en una fase que califica de "amorfa" y que poco a poco se irá definiendo su rumbo. Entre las posibilidades "tenemos conversaciones como ¿debería tener un hermano gemelo malvado? ¿Colin con bigote? ¿Un fantasma o algo así? Los chicos tienen un plan. No puedo desvelarlo ahora porque falta la decisión final. Será bueno. Vaughan es un tipo divertido".