Aunque la vigésimo segunda aventura de James Bond se rueda desde el pasado 2 de enero en los estudios Pinewood de Londres, no ha sido hasta hace apenas tres días cuando se ha hecho pública oficialmente su producción.
En el acto, al que asistieron los actores Daniel 007 Craig, Mathieu Amalric (que interpreta al villano de turno), y las ‘chicas Bond’ Gemma Atherton y Olga Kurylenko, se anunció como es habitual el nombre del film: Quantum of Solace, título de un relato breve del creador del personaje, Ian Fleming, y expresión traducible de muchas maneras diferentes y todas ellas enrevesadas: Consuelo Cuántico, Una Pizca de Cariño, Solaz Cuántico...
El mismo Daniel Craig ha confesado que en un primer momento él tampoco vio muy claro ese título, pero que después “me ha calado”. No ha sucedido lo mismo con la prensa británica, que se ha cebado en la elección con numerosas críticas y parodias. En cualquier caso, no es más que la guinda de una película que desde el director escogido (Marc Forster) a su argumento (que enlazará directamente con el desenlace de Casino Royale) promete ser aun más revolucionaria en el contexto del universo Bond que su antecesora.