Si en el pasado reciente DreamWorks ha pasado a formar parte de Paramount y Pixar de Disney, la concentración de productoras norteamericanas para paliar la creciente discordancia entre gastos y recaudaciones en salas continúa con la decisión adoptada por el conglomerado mediático Time Warner el 28 de febrero: integrar uno de sus buques insignias, New Line Cinema, responsable de la trilogía de El Señor de los Anillos, en la mayor de sus compañías cinematográficas, Warner Bros (Harry Potter).
New Line mantendrá su independencia para desarrollar, producir y distribuir, pero de manera coordinada con Warner Bros. para maximizar el rendimiento de los films. Esta operación implica la marcha de New Line de los directivos Robert Shaye y Michael Lynne, aunque ambos no descartan seguir colaborando con Time Warner.
Más allá de la adaptación tolkiana realizada por Peter Jackson, New Line Cinema había apadrinado muchas sagas de éxito: Pesadilla en Elm Street, Austin Powers, Blade, Hora Punta... sin embargo, en los últimos tiempos, cintas como Hairspray y, sobre todo, La Brújula Dorada, han estado lejos de cumplir las expectativas. Además, New Line se halla enfrascada en un desagradable litigio con Jackson a cuenta de las cifras de taquilla conseguidas por El Señor de los Anillos, lo que ha repercutido en el desarrollo de El Hobbit, película que se rumorea terminará dirigiendo Guillermo del Toro, y en la que Jackson se reservaría un papel como productor ejecutivo para velar por el rigor de la versión del libro de Tolkien.