Es curioso comprobar como cuando peor le van las cosas al pueblo argentino más grandes son las alegrías que nos regalan en forma de cine; y esta vez alejándose de la contemporaneidad más inmediata –“El hijo de la Novia”, “Nueve Reinas”...- el realizador Macerlo Piñeyro escarba tras los días posteriores al Golpe de Estado argentino en el aún reciente 1976.
Un padre y una madre de espíritu progresista huyendo de la represión militar ante la mirada inocente de sus dos hijos pequeños; ese el planteamiento de “Kamchatka”; si la situación puede recordar a “La Vida es Bella” –ocultar el horror a los ojos de los menores-, la película de Piñeyro se desmarca al no exhibir las obvias y dolorosas imágenes de torturas y represión militares. Aquí eso no se ve, sólo se siente a través de la mirada de los niños...
Piñeyro, realizador de la grande “Plata Quemada” –todavía huele a pólvora- deja apartadas las pistolas para esta vez, centrarse en las relaciones que se establecen durante el tenso día a día en esta familia de nómadas a la fuerza -de las bayonetas-.
La película contiene una factura impecable en cuanto a dirección y música –por algo Argentina la ha seleccionada como candidata para los Oscars-; Darín, Roth y la pareja de niños están perfectos –sin ningún pero-; no obstante el discurso adolece, a mi gusto, de un tono demasiado cercano a la idílica unidad familiar; eso, unido a un desenlace predecible desde el minuto 10 desmerecen el resultado aunque, afortunadamente, no llega a empañarlo del todo.