La idea de homosexualidad siempre ha dado muchas alegrías al género de la comedia en nuestro país. Si nos remontamos a los años sesenta, el maestro Alfredo Landa se erigió como “mariquita” por antonomasia, a pesar del fingimiento de su personaje, en No desearás al vecino del quinto, película que, mal que nos pese a muchos, sigue conservando la estirpe de taquillazo nacional. Después vendrían otros productos de igual estilo burdo protagonizados por Pajares y Esteso, pero más vale pasar por alto un pasado mediocre y centrarnos en lo que ha cambiado nuestra cinematografía a este respecto.
De buenas a primeras, la pluma sigue permaneciendo en nuestras retinas, esta vez representada por el portentoso Javier Cámara, camaleónico actor con la capacidad suficiente como para deleitarnos tanto en el drama como en la comedia socarrona, algo que en Fuera de carta cumple de manera apabullante. Cámara interpreta a un chef obsesionado por conseguir una estrella michelín. Un pasado en forma de hijos a los que prácticamente no conoce pondrá en peligro sus aspiraciones profesionales.
De esta guisa se presenta el debut de Nacho G. Velilla, guionista de series tan celebradas como siete vidas o Aída. Con este curriculum no es de extrañar el resultado de Fuera de carta, puesto que funciona a base de chascarrillos propios –aquí cabe de todo, desde chistes desternillantes hasta los que redundan sin necesidad- que bien podrían haber figurado en cualquier producto televisivo.
Ante tal evidencia, su director debía haberse cerciorado de que en cine se juega en otra liga y por tanto podría haber pulido ciertos aspectos de la producción. Sin ir más lejos, no hace falta ser un lumbrera para darse cuenta de que el análisis de los problemas familiares planteados en el guión hace aguas a más no poder, siendo estos resueltos de manera torpe y sin fundamento. La pregunta es si ese lastre impide cumplir con las expectativas y a tenor de las risas provocadas en la platea, la respuesta es que consigue su propósito con creces. Por tanto ¿qué más da si el tufillo happy end a lo Médico de familia – no por casualidad uno de los productores es Daniel Ecija, artífice de este tipo de series edulcoradas- aparece sin remedio cuando Javier Cámara, junto a Lola Dueñas o Fernando Tejero hacen de las suyas?
Es bien cierto que Fuera de carta queda lejos de convertirse en un producto redondo por lo dicho y por un cierto abuso de algunos clichés que creíamos superados. A pesar de ello, el filme divierte a una audiencia consciente de lo que iba a ver.