Darren Aronofsky ha logrado entre los cinéfilos un estatus de culto gracias a Pi (Fe en el Caos) , Réquiem por un Sueño y El Árbol de la Vida, por lo que en principio su elección por parte de la productora Metro-Goldwyn-Mayer podría suponer una sorpresa.
Sin embargo, Aronofsky constituye una apuesta similar a la de Christopher Nolan con Batman o Paul Haggis y Marc Forster con James Bond. Es decir, el relanzamiento de un personaje popular con un barniz autoral y más adulto.
El nuevo Robocop será una continuación de las cintas estrenadas en 1987, 1990 y 1993, y se desarrollará veinte años después que aquellas cambiando de localización: de Detroit a Los Ángeles. La historia ha sido encargada a David Self, firmante de los guiones de Camino a la Perdición y The Wolfman (relectura del hombre lobo protagonizada por Benicio del Toro que se estrena en EEUU el 3 de abril de 2009).