La novela de Oscar Wilde, protagonizada por un apuesto joven que fascinado por la filosofía hedonista de un amigo se entrega a todo tipo de perversiones que van degradando un retrato suyo mientras su físico permanece incorrupto, ha sido llevada al cine en varias ocasiones. La adaptación más célebre hasta hoy es la escrita y dirigida por Albert Lewin en 1945, con Hurd Hatfield en el papel del joven Dorian y George Sanders como el corruptor Lord Henry Wotton.
Ambos personajes serán respectivamente encarnados en la nueva versión por Ben Barnes (el Príncipe Caspian de Las Crónicas de Narnia) y por Colin Firth, a quien veremos muy pronto en Mamma Mia! como uno de los tres posibles padres de la protagonista.
Dorian Gray, como se titulará el film, es una producción de los resucitados Ealing Studios que acaba de empezar a rodarse a las órdenes de Oliver Parker. Éste parece haberse especializado en textos de Wilde: entre sus realizaciones previas se hallan Un Marido Ideal (1999) y La Importancia de Llamarse Ernesto (2002) —cuyo reparto también incluía a Colin Firth—.