El dinero invertido en este tipo de superproducciones genera estrategias casi bélicas entre las majors estadounidenses para amortizar al máximo sus rendimientos en taquilla, lo que implica pensarse muy bien en qué fecha le serán ofrecidas al público. Los directivos de Warner Bros., eufóricos por las recaudaciones de El Caballero Oscuro, pueden haber pensado que sería mejor reservar Harry Potter y el Misterio del Príncipe para 2009, ya que este año prácticamente lo han amortizado.
La versión oficial brindada por los directivos de la Warner apunta sin embargo a que el retraso de ocho meses se debe a que, de esta manera, los forofos de Harry Potter no tendrán que esperar tanto entre esta sexta entrega, El Misterio del Príncipe, y la séptima, Las Reliquias de la Muerte, que empieza a rodarse en febrero (recordemos que habrá una octava, puesto que Warner ha decidido exprimir la gallina de los huevos de oro dividiendo el último libro de J.K. Rowling en dos partes).
El Misterio del Príncipe competirá así en la cartelera del próximo verano con títulos como Transformers 2 y 2012. Por contra, 007: Quantum of Solace, Bolt o The Spirit, que se estrenan en los últimos meses de 2008, se beneficiarán de la ausencia de Harry Potter.