Ambas pertenecen a un extracto social humilde, segunda o tercera generación de familias emigradas a Madrid en busca de trabajo. Ninguna de las dos es inteligente, ni destaca en una actividad particular, ni son guapas. Gente ordinaria que sobrevive en las grandes ciudades a base de cursillos y empleos precarios buscando un lugar bajo el sol, una entrada a la normalidad que les de algo de felicidad, que les confirme como una parte más del mundo en el que habitan, que no les rechace.
Ángeles Gónzalez-Sinde firma su segunda película como directora compaginándola con su actividad como presidenta de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas. Es una guionista reputada (La buena estrella, la serie Cuéntame, Manolito Gafotas…) con gusto por el realismo social para cuyos diálogos ha demostrado tener un fino oído. Esta cinta es un proyecto personal, basada en la novela homónima de Elvira Lindo cuyos derechos compró nada más publicarse. Ha escrito la adaptación y la ha dirigido con interés y acierto.
Una palabra tuya presenta dos personajes arquetípicos que se enfrentan a su triste realidad de diferente modo. Ya en los nombres de ambas mujeres se anuncia su carácter. Rosario (Malena Alterio) es triste, apagada y reflexiva. Milagros (Esperanza Pedreño) más desenfadada y pícara. Ambas conservan el aire adolescente de quién aún no ha sabido encontrar su sitio en el mundo. La lucha diaria y los problemas a los que se enfrentan hacen mella en ellas de forma distinta. Las imágenes de González-Sinde, apoyada por una buena dirección de arte de Pello Villaba, retratan con pequeños detalles el mundo que comparten. El modo de expresarse característico de cada una confiere solidez a los retratos. Los exteriores elegidos de Madrid, entre los grandes espacios deshabitados por la noche y las tabernas castizas y cutres, forman el fondo adecuado para entender la fragilidad de los personajes. Todo ello encuadra la película en un género realista al que los cineastas españoles son afines y que les suelen dar buenos resultados. Princesas de Fernando León de Aranoa o Volver de Pedro Almodóvar son referencias muy cercanas a esta narración.
Pero sobre todo, como tantos españoles, se trata de un filme de actores. Las protagonistas son rostros populares debido a series de televisión y también son actrices curtidas en lo más esforzado de su oficio. Alterio ya ha hecho cine pero ésta es su primer protagonista, al que no se atrevía y le costó decidirse, según confiesa la directora. Hay en ella una veta de actriz dramática que tiene que pulir pero que nos dará grandes momentos. Pedreño ha metido la cabeza en el cine de la mejor manera posible, con humildad y un esforzado y estupendo trabajo. En su momento hicieron una prueba de reparto juntas pero con los papeles invertidos pues la Alterio, acostumbrada a la comedia, sentía querencia por el personaje de Milagros. La directora les propuso cambiarlos y ese fue el primer acierto de esta producción.