El prestigioso director y guionista británico Mike Leigh, autor de las premiadas Secretos y Mentiras (1996), Topsy-Turvy (1999) o la más reciente El secreto de Vera Drake (2004), nos presenta ahora su último largometraje Happy: Un cuento sobre la felicidad (Happy-Go-Lucky).
Siguiendo su estilo característico de comedia dramática urbana, nos acerca a la vida cotidiana de la joven alegre y optimista Poppy (Sally Hawkins, ganadora del Oso de Plata a la mejor actriz en el pasado Festival de Berlín), una profesora de primaria de Londres que después de que le roben su bici decidirá sacarse el carnet de conducir. Pero su profesor de autoescuela, Scott (Eddie Marsan) es un personaje amargado y solitario que no se lo pondrá nada fácil.
Con esta premisa, el director construye una sencilla pero efectiva y creíble trama que, más allá de su simpática superficie, nos hace reflexionar sobre temas como la dificultad de ser feliz en una urbe cosmopolita actual, la soledad y ciertos prejuicios sociales sobre lo que se considera una vida comúnmente “feliz” (casarse antes de los 30, tener un hijo y pagar una hipoteca, como hace la hermana de la protagonista).
El enfrentamiento entre dos personalidades completamente antagónicas como las de Poppy y Scott nos muestra esa dificultad y ejemplifica la tesis del filme: la imposibilidad de hacer feliz a todo el mundo por más que lo deseemos. Y es que en la sociedad actual podemos encontrar ambos tipos de personas, quizás aquí llevadas al extremo, pero no por ello menos relistas gracias a las brillantes interpretaciones de Sally Hawkins y Eddie Marsan. Un enfrentamiento que no se resuelve de manera moralista, que huye de conclusiones melodramáticas o lacrimógenas y que se va repartiendo a lo largo del metraje mientras nos acercamos a la vida de la protagonista, sus amigas, su trabajo, sus clases de flamenco, el amor, etcétera, y el cual funciona como manera de vehicular ese optimismo contagioso en un mundo difícil que, sin embargo, no lo puede todo ante las dificultades afectivas y paranoicas de su profesor de autoescuela Scott (las cuales irán subiendo de tono y agresividad conforme avanza la acción), o ante el mendigo que conoce Poppy una noche en la calle y con el que entabla una curiosa conversación.
Happy: Un cuento sobre la felicidad, a pesar de su título en español, no es una fábula, sino una historia realista que pretende y consigue hacer reflexionar sobre una sociedad alienante y la necesidad de cierta dosis de optimismo vital si se pretende ser feliz en su seno y no morir en el intento.