Gabriel Macht, Samuel L. Jackson, Scarlett Johansson, Paz Vega y Sarah Paulson protagonizan el reparto de un film cuyos decorados no son reales sino diseñados en tecnología digital, siguiendo la estela de 'Sin City', primera aproximación de Frank Miller a la realización.
Tampoco Sarah Paulson (Ellen Dolan, la eterna prometida de Denny) es conocida del gran público, pese a sus muchas apariciones en series televisivas y largometrajes como Deadwood, American Gothic, Lo que piensan las mujeres y Abajo el Amor. El resto del reparto, por el contrario, está plagado de nombres sobradamente familiares: Samuel L. Jackson es Octopus, el invencible enemigo de Colt. Paz Vega, Plaster de Paris, una de las muchas delincuentes atractivas que rodean a Colt, a la que hay que sumar a Scarlett Johansson como Silken Floss (lugarteniente de Octopus) y a Eva Mendes en la piel de Sand Saref, posiblemente la única mujer capaz de hacer peligrar la relación de Ellen y Danny.
“THE SPIRIT”, UN CÓMIC ANTOLÓGICO
Aunque, como explicaremos más adelante, la importancia de Will Eisner como guionista y dibujante de cómics excede los logros de su creación más famosa, resulta indiscutible que "The Spirit", nacido en 1940, es su obra magna. Su extensión (decenas de historias durante años de publicación); su variedad de registros y géneros, magistralmente destilados en un corpus de irresistible atmósfera deudora del cine negro; sus inauditos méritos formales, que van desde la composición de las páginas a la primacía visual de lo narrado, pasando por su sincretismo dramático (era obligado condensar las historias en siete planchas), la integración de la tipografía en la imagen y sus infinitos recursos a la hora de encuadrar —o no— una viñeta, hacen de sus historietas un auténtico deleite, en el que hay que dar el crédito que les corresponde a los muchos autores que colaboraron con Eisner cuando éste partió para combatir en la Segunda Guerra Mundial o se veía desbordado por el trabajo: Jules Feiffer, Jack Cole, Joe Kubert, Wally Wood…
Resulta curioso constatar que un puntal de la cultura popular como "The Spirit" no lo tuvo nada claro cuando inició su andadura en los suplementos dominicales de la prensa norteamericana. Tan es así que Eisner recicló para este personaje muchas aventuras protagonizadas por otro similar que no tuvo demasiada fortuna editorial, John Law. Sin embargo, "The Spirit" sí triunfó entre los lectores, y se publicó ininterrumpidamente durante doce años, hasta 1952; periodo durante el cual el suplemento que albergaba sus peripecias llegó a tener una tirada de cinco millones de ejemplares a la semana.
Puede que hayan sido precisamente la calidad contrastada de "The Spirit", su predicamento entre los lectores, los factores que han dificultado su trasvase previo a la pantalla. Tan solo nos consta un intento: The Spirit (1987), discreta producción televisiva protagonizada por Sam Jones.