Era previsible. El conjunto de cortos que reconocidos cineastas de nuestro país iban a hacer para ser difundidos en campaña electoral, tenían por fuerza que acabar en polémica.
Mientras algunas cadenas como la TV3 han anunciado su intención de difundirlo, el Centro Cultural Municipal Can Ventosa de Ibiza no tiene tan claro que la proyección que iba a realizar llegue a buen puerto. El Partido Popular ha recurrido a la Junta Electoral Balear, al considerar que se utilizan fondos públicos para un acto partidista.
La cuestión es que con el ánimo de dar especial importancia en campaña a las cuestiones que la necesitan, el trabajo de selección incide a juicio de los populares en lo que serían críticas contra el gobierno actual, tamizadas con la excusa de ser una reclamación al conjunto de los políticos. Y esto, junto a asperezas anteriores por la postura del mundo del cine en la guerra de Irak, o la polémica de Medem en la última edición de los Goya, no hace sino reabrir una herida que parece lejos de cicatrizar.
Aunque más que probablemente, entre tanta queja, la mayoría de los que discuten en uno u otro sentido no habrán visto las obras filmadas.