Desde que en 1927 DeMille dirigió la considerada primera recreación de la vida y muerte de Jesús -la película muda Rey de Reyes-, muchas han sido las ocasiones en que el séptimo arte ha decidido tomar la figura del Rey de los judíos para relatar su vida y milagros.
La Túnica Sagrada, en 1953 fue la oferta de la 20th Century con que lanzaba la nueva tecnología Cinemascope, donde Richard Burton interpreta a un tribuno romano en busca de la redención después de la Crucifixión, y pocos años más tarde, con la cinta de George Stevens La historia más grande jamás contada se lograba la mayor representación en una década, la de los 60, en que la épica bíblica se acabaría convirtiendo en un género propio.
En idéntico periodo, el italiano Pier Paolo Pasolini se atrevió con una versión propia en El Evangelio según San Mateo, cuya principal característica fue la de usar un reparto no profesional con que buscar un estilo natural, un vehículo para un guión cuyo lenguaje se tomaba directamente de la Biblia y que acabaría por convertirse en la producción más exitosa de su carrera.
Hasta el momento, la cinta más controvertida (sin tener en cuenta fenómenos paralelos como el de La Vida de Brian de los Monty Python) fue la de Martín Scorsese con La última tentación de Cristo.
Además, no han faltado musicales denominados “contraculturales”, donde todavía se recuerdan Godspell y Jesucristo Superstar.