Saldanha se manifiesta entusiasmado no solo al hablar de 'Ice Age 3' y sus predecesoras, de las que se considera orgullosa parte creativa, sino de su carrera como animador y de sus próximos proyectos.
Al respecto, ¿cuál es la diferencia entre llamarse director en una película de acción real y otra animada? Nunca termina de quedar claro, a la hora de hablar de vuestros trabajos, qué diferencia una experiencia y otra.
Pues lo gracioso es que en realidad, y pese a que yo mismo te estoy marcando contrastes y peligros entre un tipo y otro de realización, no existen tantas diferencias. Es un tema que he hablado con otros directores, y al final resulta que cuando uno está dirigiendo las voces de los actores que luego serán las de las criaturas animadas, o seleccionando las texturas y los colores de cada escenario, o definiendo con un animador cómo se moverá o expresará un personaje, al fin y al cabo no estoy haciendo más que lo que hace otro director con sus actores y sus localizaciones. Aunque yo tenga que afrontar el reto, que por otra parte es una ventaja si se sabe gestionar, de tener que sacar de la nada a los personajes y los escenarios en que se moverán. Y por otra parte, las discusiones con el co-director de Ice Age 3, Mike Thurmeier, un viejo amigo, como las que pude tener en su momento con Chris [Wedge] en Ice Age (2002), se desarrollan frente a un storyboard o un ordenador, lo que siempre es mejor a que ocurran en un plató lleno de personas.
¿Con Ice Age 3 concluye tu implicación en esta saga, o crees que todavía puedes aportar al espectador novedades en posteriores entregas?
Con las películas de Ice Age estoy muy involucrado emocionalmente desde el principio, y son ya ocho años de mi vida tratándome con unos personajes que quiero como si fueran mis amigos, y abordando en cada una de sus aventuras nuevos retos técnicos, como lo es la 3D en esta ocasión. Para alguien ajeno a Ice Age, las variaciones entre una película y la siguiente pueden no parecer sustanciales; pero, para mí, como supongo que para el público que nos sigue, resulta importante que en Ice Age 3 ampliemos el espectro de personajes, como ya hicimos en Ice Age 2; que Scrat encuentre el amor; que nuestros protagonistas descubran el mundo de los dinosaurios, que ellos y nosotros creíamos extinguido; que ahora la acción se ubique en un escenario lujurioso de selva tropical, y no entre hielo y nieve… Para mí, todos estos son motivos por los que ha valido la pena volver a ponerse al frente de Ice Age 3, y los que hacen que, si encontramos otra historia que valga la pena animar, no dudase en repetir.
¿Qué nos puedes contar sobre Río, tu nueva realización para Blue Sky Studios?
Es un proyecto en el que Blue Sky ha puesto mucho cariño, y yo personalmente más aún, ya que en parte estará ambientado en la ciudad donde nací, Río de Janeiro: es la historia de un guacamayo criado en cautividad en Minnesota, que decide viajar hasta Río para descubrir sus raíces. Un guión estupendo de Don Rhymer, que ofrece muchísimas posibilidades para nosotros como animadores. Nos ha costado que Fox diese luz verde al proyecto porque es muy ambicioso, pero cuando lo ha hecho ha sido garantizándonos generosamente que podremos explayarnos a nivel visual cuanto queramos. Y te puedo asegurar que es lo que vamos a hacer.