Pero sin duda, el Dillinger más célebre de la pantalla hasta hoy es el que interpretó Warren Oates a las órdenes de John Milius en Dillinger (1973). La ópera prima de Milius, en la estela de la muy exitosa Bonnie & Clyde (Arthur Penn, 1967), ofrecía un retrato del delincuente carismático, casi heroico, con numerosas escenas de tiroteos. En comparación con el Dillinger de Oates, palidecen posteriores reencarnaciones como las brindadas por Robert Conrad, Mark Harmon o Martin Sheen.
MICHAEL MANN, MÁS ALLÁ DE MIAMI VICE
Michael Mann es habitualmente relacionado por los aficionados con Miami Vice, serie de la que fue productor ejecutivo durante más de cien episodios entre 1984 y 1990, y a la que regresó en cierto modo hace tres años con un largometraje protagonizado por Colin Farrell y Jamie Foxx en los papeles de los detectives Sonny Crockett y Ricardo Tubbs, popularizados en la pequeña pantalla por Don Johnson y Philip Michael Thomas.
Sin embargo, la serie original no fue para Mann sino la consecución de una carrera en el medio televisivo que siempre había primado la temática policial, ya tratada en Starsky & Hutch (1975-1977) y en Police Story (1973-1977). Y mientras, a lo largo de los ochenta, Crockett y Tubbs marcaban tendencias en cuanto a estilismo y peluquería, Mann iniciaba una carrera como director de cine cuyos primeros títulos —Ladrón (1981), La Guarida (1983), Manhunter (1992)— no le procuraron demasiada atención.