Siguiendo la estela de los Transformers, Hasbro vuelve a llevar a otra de sus creaciones jugueteras a la gran pantalla. Los G.I. Joe, y en concreto su encarnación de los 80, cobran vida de la mano de Stephen Sommers en la que promete ser la gran superproducción del verano.
Creados en los años 60 por el diseñador Stanley Weston, pronto la línea de juguetes bélicos bajo el nombre de G.I.Joe cosechó un gran éxito entre los niños. No obstante, el gran boom llegó en los años 80, cuando Hasbro lanzó una nueva versión de tamaño reducido desarrollada mano a mano con el guionista Larry Hama, apoyada por un cómic editado por Marvel y una serie de animación. Haber sido un niño pequeño en los 80 y no haber tenido al menos un muñequito con el logo G.I Joe es casi como haber sido niña y no jugar nunca con una Barbie. Durante los 90 el interés decreció, pero aún así las líneas de muñecos siguieron sucediéndose junto con alguna que otra propuesta animada (“G.I. Joe Sigma 6”). La resurrección de la serie de comic a principios del S.XXI supuso el último grano de arena para el salto de los personajes al cine.
Campaña de reclutamiento
Pese a las múltiples versiones de los personajes, el film toma como fuente principal para su argumento y personajes al cómic escrito por Larry Hama, centrándose en el origen de estos y en el nacimiento de la organización terrorista Cobra. Channing Tatum (“Fighting”) y Marlon Wayans (“Requiem por un Sueño”) tienen a su cargo los personajes de Duke y Ripcord, los cuales ejercen de conductores de una trama que narra la creación de la unidad G.I. Joe después una serie de ataques terroristas por todo el planeta. Tras ellos se encuentra la corporación militar MARS -a partir de la cual se origina Cobra-, liderada por Destro (Cristopher Eccleston) y su secuaz la Baronesa (Sienna Miller). En su casting, la producción cuenta con la presencia de Dennis Quaid (“Frequency”) como el general Hawk, Rachel Nichols (“Parking-2”) interpretando a Escarlata, Arnold Vooslo (“La Momia”) dando vida al villano Zartan, la modelo Carolina Kurkova en el papel de Cover Girl, Jonathan Pryce (“Brazil”) como el Presidente de los EE.UU y Brendan Fraser en una aparición especial.
Tampoco faltan a la cita nombres como los Snake Eyes y su hermano de armas/rival Storm Shadow, interpretados por Ray Park (“X-Men”) y el coreano Byung-hun Lee (“Joint Security Area”) respectivamente. Para interpretar a la pareja de ninjas ambos tuvieron que someterse a un duro entrenamiento especialmente sacrificado en el caso de Park, encargado de dar vida a un personaje mudo que no muestra su rostro y que va enfundado en traje que apenas le permite la visión. Otro papel difícil es el de Joseph Gordon-Levitt (“Brick”), encargado de dar vida al Comandante Cobra, un personaje caracterizado con prótesis faciales y una máscara de diseño distinto al original que ha generado informaciones contradictorias: según parece el actor interpreta más de un papel pero, al mismo tiempo, se dice que su participación se limitaría a una pequeña aparición, siendo Destro el villano principal de la película y sirviendo el personaje de Levitt a modo de puerta cara a futuras secuelas.
Plan de batalla
El origen del proyecto de adaptación de G.I.Joe al cine se encuentra en el productor Lorenzo Di Bonaventura (“Transformers”) quien encargó la dirección a Stephen Sommers (“La Momia”, “Van Helsing”). Este último quiso abordar la realización con la intención de recrear un émulo en el tono y la espectacularidad de la saga de James Bond, para lo cual se planificó un rodaje con localizaciones en Los Ángeles, Paris, Praga, Tokio, Egipto y el Ártico. El espíritu influyó asimismo en la creación de los decorados y de gadgets futuristas como el refugio submarino de los villanos, el cuartel general de los protagonistas –conocido como “El Hoyo”-, ingenios nanotecnologicos o los trajes “potenciadores” que los Joes lucen en la pantalla y que ya han levantado ascuas entre más de un fan.
“G.I. Joe” cuenta con un guión que pasó por numerosas versiones hasta dar con el definitivo, firmado por Michael B. Gordon (“300”), Stuart Beattie (“Collateral”) y el dúo Paul Lovett & David Elliot (“Cuatro Hermanos”), pasando por la supervisión de Larry Hama durante el rodaje. Además, la filmación no estuvo exenta de complicaciones, como un aparatoso accidente automovilístico durante el rodaje de una persecución en Praga y varias lesiones entre las protagonistas femeninas mientras rodaban una escena de lucha. Con un holgado presupuesto de 170 millones de dólares, la película se presenta como una de las grandes apuestas de la temporada veraniega con la clara intención de ser la primera entrega de una nueva franquicia cinematográfica. Las taquillas de medio mundo dirán si esto es posible o no a partir del 7 de Agosto.
