Probablemente Sobreviviré, la segunda entrega de Bridget Jones, dejó fuera de toda duda que la fórmula se había agotado en la primera película. Que aquello de las segundas partes se cumplía a rajatabla en su caso. Que habría sido buena idea evitar secuelas y dejar a la original como un buen recuerdo de comedia simpática con sello propio.
Probablemente también, la taquilla volvió a jugar una mala pasada a los críticos y volvió a dar la razón a los que apuestan por la cantidad sobre la calidad. Los kilos demás de Zellweger, valían la pena por su indudable rentabilidad. Hasta las discográficas vía venta de banda sonora agradecían su estreno.
Es por esa simple argumentación que la citada actriz volverá de nuevo a poner a prueba a su metabolismo y esta vez con más motivos que nunca: en la tercera embestida anunciada, viene para presentarnos a una Bridget Jones que compaginará su trabajo de editora con la maternidad, llevando al personaje a la cuarentena. Superado el reto de evitar que se le pase el arroz, ahora tendrá que hacer frente a la retención de líquidos en un argumento del que todavía no se saben detalles.
Según informa Variety, esta tercera entrega todavía innominada llegará a producción a finales de año. Todavía se desconoce quién estará tras la cámara y quien se encargará de firmar el libreto. Parece indiscutible la presencia de Colin Firth y la de Hugh Grant, parte esencial del triángulo amoroso de su argumento que en este caso, maternidad de por medio, aparenta menor recorrido.